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– Las infraestructuras verdes son espacios naturales o seminaturales que fomentan la biodiversidad y mejoran la resiliencia ante el cambio climático
– BIOVERA hará una valoración integral de tres infraestructuras verdes existentes para cuantificar sus beneficios medioambientales, económicos y sociales, y elaborará recomendaciones para la creación de nuevos espacios
Las infraestructuras verdes son espacios naturales o seminaturales, como parques urbanos, humedales gestionados o zonas verdes, diseñados y gestionados para contribuir a la conservación y mejora de la biodiversidad. Además, mejoran la resiliencia ante el cambio climático gracias a aspectos como el almacenamiento y gestión de agua pluvial o la regulación de la temperatura. Con el fin de poner en valor estos espacios y promover una mayor implementación en el arco Mediterráneo y otras zonas semiáridas del mundo, nace el proyecto BIOVERA.
BIOVERA identificará, cuantificará y monetizará los servicios ecosistémicos —es decir, los beneficios medioambientales, económicos y sociales aportados por un ecosistema— de tres infraestructuras verdes pioneras relacionadas con el ciclo integral del agua. Además, elaborará recomendaciones sobre lugares y medidas de adaptación para la implementación futura de infraestructuras verdes, con el objetivo de maximizar la provisión de servicios ecosistémicos.
Los espacios que se estudiarán son el Clot de Galvany, un humedal gestionado con agua regenerada en Elche; el parque inundable de La Marjal, en Alicante, que, además de servir de espacio de ocio, acumula aguas pluviales para prevenir la inundación del barrio en el que se encuentra; y unas balsas de recarga artificial de acuíferos situadas en el Baix Llobregat (Barcelona).
El proyecto BIOVERA, liderado por Cetaqua-Centro Tecnológico del Agua con la colaboración del Instituto Catalán de Investigación del Agua-ICRA, desarrollará una metodología interdisciplinaria, robusta y estandarizada que incluirá el monitoreo de los servicios ecosistémicos ofrecidos por estos espacios mediante sensores, muestreos in-situ, imágenes satelitales y ciencia ciudadana, además de la valoración económica de los beneficios ambientales y socioeconómicos de estas infraestructuras. También evaluará escenarios climáticos futuros y su impacto en la provisión de servicios ecosistémicos.
Para Helena Torres, coordinadora del proyecto e investigadora en Cetaqua, “BIOVERA es un proyecto relevante porque, por primera vez, podremos demostrar todos los beneficios que estos espacios verdes aportan a la fauna, la flora y la sociedad. Esto facilitará que más administraciones se animen a implementar infraestructuras verdes en sus territorios”.
El proyecto BIOVERA quiere ofrecer herramientas útiles que ayuden a las administraciones públicas a gestionar, adaptar y planificar infraestructuras verdes. Por ello, es fundamental involucrar a actores clave en el desarrollo de dichas herramientas. A lo largo del estudio, se organizarán diversas Comunidades de Práctica (CoP, por sus siglas en inglés) para intercambiar información relevante, tanto la generada en el proyecto como la aportada por los propios actores participantes, incluyendo sus percepciones, necesidades y preferencias respecto a las infraestructuras verdes.
BIOVERA cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de la cofinanciación del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
Las opiniones y documentación aportadas en esta publicación son de exclusiva responsabilidad del autor o autores de los mismos, y no reflejan necesariamente los puntos de vista de las entidades que apoyan
económicamente el proyecto.
