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En 2007 la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC), el Consejo Superior de Investigaciones Científica (CSIC) y Aigües de Barcelona fundaban Cetaqua Barcelona con el fin de preservar uno de los bienes más preciados para dirigirnos hacia una economía circular y asegurar un futuro sostenible: el agua.
Hoy, entrevistamos a Joseba Quevedo, profesor e investigador en la UPC y miembro del consejo científico-técnico del Centro.
1. ¿Qué es para ti el agua y qué valor tiene este recurso?
Es un recurso fundamental para la humanidad y para la vida del planeta. Un recurso que debemos cuidar para poder dar un uso y un servicio eficiente y responsable.
2. ¿Qué camino te ha llevado a trabajar en el mundo del agua?
Casualidades de la vida hicieron que, cuando era un joven investigador en el Instituto de Cibernética de la UPC, pudiera empezar a trabajar en el mundo del agua con un proyecto de investigación con la Sociedad General de Agua de Barcelona (SGAB) para la modelización y predicción de la red y optimización energética de su operación diaria.
3. A escala global, ¿a qué retos se enfrenta el sector? ¿Hay algún reto concreto para el área metropolitana de Barcelona a corto-medio plazo?
El reto a nivel global es conseguir que el agua llegue a todos los hogares del mundo con el simple gesto de abrir el grifo. Desgraciadamente, esto todavía no es posible.
El reto al que se enfrenta el sector del agua en las sociedades avanzadas es conseguir la mejora continua de la eficiencia del servicio y uso del agua, minimizando las fugas y asegurando una buena calidad del recurso. Asimismo, es imprescindible garantizar en estas infraestructuras críticas un control firme y seguro frente a posibles ciberataques. Estos últimos retos son de gran actualidad en el área metropolitana de Barcelona a corto y medio plazo.
4. ¿Crees que con la ayuda de la digitalización y la innovación podemos hacer frente a estos? ¿Cómo?
Completamente. La digitalización en su sentido más amplio va desde la transformación digital de todas las tareas operativas y administrativas de las entidades que gestionan el agua hasta toda la batería de innovaciones que permiten las herramientas digitales como la Automatización Avanzada y la Robótica, la Inteligencia Artificial, Big Data, Micro, Nanosensores… Todas ellas deben permitir dar respuesta a los retos tecnológicos actuales del sector.
5. Y como sociedad, ¿hay algo que podamos hacer?
Apostar por la innovación y por una investigación colaborativa. No como un gasto más, sino como una inversión de futuro.
6. ¿Qué labor destacarías de Cetaqua Barcelona?
Que es un centro tecnológico singular ya que está comprometido 100% en el sector del agua y, desde sus orígenes, cuenta con tres motores fundamentales como: la propia empresa Aigües de Barcelona, líder en el sector; la Universitat Politècnica de Catalunya, referente en investigación aplicada con la industria, especialmente en la transformación digital (industria 4.0); y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), que dispone de muchos centros científicos punteros en áreas de investigación del sector del agua.
7. Explícanos un proyecto en el que hayas participado y del que te sientas orgulloso
Un proyecto en el que llevo trabajando desde hace 15 años con la compañía Aigues Ter Llobregat (ATL) que transporta el agua potable de la mayor parte de las ciudades y poblaciones de Cataluña. Este tiene como objetivo analizar millones de datos recogidos anualmente en la red de ATL, detectar los datos inválidos, reconstruir con datos basados en modelos, calcular los parámetros más importantes de la gestión de la red (como su rendimiento económico e hidráulico, el agua no registrada, la imprecisión y calidad de medida de sus caudalímetros…) y, a partir de aquí, cada año proponer recomendaciones de mejora y analizar las acciones que realiza la empresa.
Es un orgullo poder trabajar en este proyecto colaborativo ya que ha permitido mejorar en casi 4% su rendimiento desde que se inició.
8. ¿Qué les dirías a las jóvenes generaciones para animarlas a trabajar en el sector?
De entrada, les diría que el agua es un bien básico y fundamental para la vida de sus ciudadanos y del planeta. También, que los retos científicos y tecnológicos a los que se enfrenta el sector, que gestiona y abastece de agua potable a toda la población humana, son enormes y están todos abiertos esperando a que los jóvenes se impliquen en resolverlos para el bien de la sociedad.